Recientemente tuve una reunión con mis dos futuros socios, en la que platicamos sobre la idea del negocio, a grandes rasgos. Dos de nosotros somos contadores, entonces entendemos las implicaciones de establecer un negocio, pero cuando empezamos a platicar sobre la parte financiera y fiscal, nuestro socio no contador se mostró perplejo ante tanta jerga.
Esta perplejidad me inspiró a sentarme y escribir este post. Muchos pensarán que establecer un negocio es muy fácil cuando ya le sabes a lo que te vas a dedicar. Si bien, ya le sabes a la operación, hay muchos aspectos legales, financieros y fiscales que atender al emprender, y muchas personas ignoran esto. Como su experto de confianza, me siento con un deber moral de abrirles los ojos para que puedan emprender sin mayor complicación.
1. Para empezar, necesitas un plan de negocio
Si, hay que hacerle caso al instinto, pero también es necesario desarrollar un plan estructurado para documentar todos los pasos a seguir. Los planes de negocio sirven para establecer el marco de operación del negocio, así como el origen y aplicación inicial de los recursos y las estrategias de mercadeo que se desean emplear.
Otro uso para un plan de negocios es que lo puedes presentar a tus inversionistas o acreedores, para convencerlos de fondear el proyecto. Más adelante estaré escribiendo una publicación sobre los secretos para armar un buen plan de negocios, para que estén pendientes👀
2. Es necesario que comprendas plenamente en lo que te estás metiendo
No solamente es abrir el changarro, sino también entender las implicaciones legales de la entidad que vas a conformar para desarrollar tus actividades, si serás tú solo como persona física o si buscas constituir una persona moral.
Más allá de entender cómo se lleva a cabo el proceso de constituir la entidad de negocios o entender las implicaciones de operar como persona física, necesitas ubicar qué permisos, licencias y otros documentos requieres para operar dentro del marco de la legalidad.
Otra implicación muy importante es considerar el tema fiscal. No busco que todos sean unos fiscalistas expertos, pero por lo menos que entiendan el principio de contribuir al gasto público y por medio de qué impuestos y contribuciones estarás aportando para este fin, en los distintos niveles de gobierno (federal y local) o en qué capacidad: si es por cuenta propia o por cuenta de terceros (vía retenciones).
3. Haz números
Como Barbie Ejecutiva, te recomiendo que te sientes a hacer números. Siéntate con tu Conta favorito y ponte a hacer cuentas. No le temas a las hojas de cálculo de Excel, pues las necesitarás para entender qué tan viable es tu idea y cuáles son las probabilidades de éxito.
Los siguientes indicadores financieros son de utilidad para evaluar tu idea: el valor presente neto (VPN), la tasa interna de retorno (TIR), la tasa de rendimiento mínima aceptable (TREMA) y el retorno sobre la inversión (ROI).
También es necesario que, como futuro empresario, entiendas cómo funcionan los Estados financieros y qué representa cada rubro del Balance general y el Estado de resultados integral.
Recuerda también preparar los Estados financieros proyectados. Recomiendo que sean mensuales durante el primer ejercicio de operaciones y anuales por los siguientes 5 años de operación. Siempre debemos tener presente que el objetivo es que tu negocio sea un "negocio en marcha". Para efectos de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF/IFRS) y las Normas de Información Financiera mexicanas, el negocio en marcha significa que visualizas a la entidad operando por un periodo indefinido.
4. No le temas al banco
Cuando emprendes, la forma en la que obtienes los fondos para emprender es clave para echar a andar el negocio. Las cosas no son baratas y el dinero no crece en los árboles... No, tampoco lo puedes imprimir así nomás🤷🏻♂️
Ahora, los ahorros de toda la vida son una buena forma de empezar un negocio, pero no pongas todos tus huevos en la misma canasta. Posiblemente sea más fácil empezar un negocio cuando encuentras a un grupo de personas que tenga un dinerito por ahí que le estorbe en sus cuentas bancarias (o abajo del colchón👀).
Otra forma de obtener fondos para emprender es mediante un financiamiento en el banco. La gente le teme mucho al banco, posiblemente por las altas tasa de interés o por el miedo de no poder pagar el crédito. Ahí les va una buena: el banco no te va a prestar si no está seguro de que le podrás pagar de vuelta. El banco solo te aprobará el monto que él decida que puedes pagarle, con base en tus estados financieros proyectados o con base en tus declaraciones de impuestos o estados de cuenta bancarios (si estás solicitando un crédito personal).
Pedirle dinero al banco es una forma de que el negocio siga siendo tuyo, ya sea que emprendas solo o con socios. El banco no es un inversionista, el banco es un acreedor: los fondos que te presta el banco representan un pasivo, no parte del capital contable. Al banco se le pagan intereses, no dividendos.
El banco es una especie de socio comanditario (silent partner), que realmente no es socio y que se quedará contento mientras le sigas pagando a tiempo el préstamo. Pero ahí los quiero ver cuando se les pase pagar...
5. La nómina es cara
Los recursos humanos son una pieza clave en cualquier negocio. Sin el elemento humano, no hay muchas probabilidades de éxito. Necesitas de personal para echar a andar tu changarro, ya sea que estés emprendiendo como persona física o moral.
La nómina sale algo cara y no solo considera el monto que efectivamente se le deposita a los empleados en sus cuentas. También necesitamos considerar que dentro de la nómina se incluyen los impuestos y otras contribuciones retenidas a los empleados y la carga fiscal patronal.
Me permito desglosar lo anterior: para empezar, los patrones deberán retener el ISR y la cuota obrera de seguridad social (incluyendo la aportación obrera al fondo de retiro) en cada nómina pagada. Además, se debe de considerar los impuestos a la nómina, por parte del patrón, que son la parte patronal de la cuota de seguridad social (incluyendo la aportación patronal al fondo de retiro), la aportación patronal al INFONAVIT y el impuesto estatal a la nómina.
Y súmenle que no solo son las nóminas ordinarias. También debemos de considerar las incidencias como vacaciones, tiempo extra, la prima dominical, la prima vacacional, la PTU, el aguinaldo y, si eres un patrón ch*ngón, pues... los vales de despensa, el fondo de ahorro y otras gratificaciones que te nazca darle a tus empleados.
¿Ya mencioné el incremento anual al salario mínimo? Ni empecemos con eso👀
Mantener a los empleados contentos es una estrategia clave para tener un negocio sano y si nos ponemos a pensar, el gasto de la nómina es un gasto que nunca va a disminuir: seguirá creciendo junto con tu negocio y conforme cambien las necesidades de éste.
¿Algo más que deba saber?
Si, pero si les escribo más, les voy a tener que cobrar el tiempo... Ya saben que me pueden mandar mensajito por Insta con todas sus dudas y con mucho gusto les resuelvo algunas. Digo algunas, porque todas implicaría que les pase la factura🤑
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