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EGEL-PLUS: Como un examen me hizo dudar de todo

Foto del escritor: L. C. Alexis Cruz RubioL. C. Alexis Cruz Rubio

Sharpay Evans es yo presentando el Examen General de Egreso de Licenciatura.


¿Se acuerdan como el 3 de junio de 2022 me convertí en producto terminado? Pues... después de los eventos del 20 de agosto, creo que mejor me integro al Almacén de producción defectuosa🤡


La semana pasada fue el tan esperado día: la presentación del Examen General de Egreso de Licenciatura. De haber sabido que saldría todo traumado de la prueba, pues... de todas formas hubiera ido a hacerla, pero no le hubiera dedicado todas las horas de estudio que le dediqué, la neta.


Yo sé que todos los que le dieron clic al enlace están aquí porque quieren leer el chismesito. Honey, grab a cup because THE TEA IS SERVED AND IT IS SCALDING HAWWWWT!🫖🤗


Como contexto les platico que me levanté tempranito, como por ahí de las 5:30 am, para iniciar mi día con calma y no andar a la carrera. Tendí mi cama, me metí a bañar, tomé mi dosis diaria de chismesito de Instagram, desayuné, me lavé los dientes y me fui como a las 7:00 am. Una escala técnica en el Starbucks que está cerca de la uni precedió mi llegada a la Facultad de Contaduría y Administración.


Needless to say que llegué bien seguro de mi mismo, mientras que yo veía que todos mis compañeros llegaban como corderos al sacrificio🤷🏻‍♂️


Me tomé mi cafecito mientras agarraba el chismesito con mi íntimo amigo personal Andrés, mi querido futuro socio, para sacar todo el nervio pre-examen que tenía, a pesar de la enorme seguridad con la que llegué a la aplicación.


8:00 am y llega la hora para ingresar a la primera sesión del examen. Me registro y entro al aula B-106 para conocer a mi creador... Junto conmigo estaban mis entrañables amigos, entre ellos destaco la presencia de la Meme (mi otra querida futura socia), Daniel Granados, Queen Carrillo, Dulce García y Francisco Díaz (a quien, al parecer, he llevado conmigo a todas partes desde que estamos en 7˚ semestre😂). Me sentí más tranquilo teniendo tantas caras conocidas en el aula.


9:00 am y cierran la puerta del salón. Parecía que nos habían encerrado a perpetuidad, porque una vez dentro, no podíamos salir hasta que no se acabara el tiempo de la primera sesión: las cuatro horas más largas de mi vida. Recibimos indicaciones y a darle con todo al examen.


Como por ahí de la media hora, levanté la mirada tantito para enfocar nuevamente la vista y veo que mi amiga personal Queen Carrillo iba en el reactivo 30 y yo en el 6. Quedé🤡


Todo el mundo en ch*nga contestando y yo dándole de m*dr*zos a la calculadora para sacar el costo de producción, bajo la metodología absorbente con técnica de valuación histórica. ¿Perdí tiempo cuadrando la operación? Puede ser, pero si me iba a cargar la ch*ngada, quería asegurarme que por lo menos que las preguntas que si alcancé a contestar estuvieran bien.


De la primera sesión salí hasta el último. Con una sesión de cuatro horas, equivalente al 50% de la prueba, salí como si me como perro con su glándula (👌🏻) recién exprimida🤡😳


Solo la gente que trabaja haciendo grooming entenderá la referencia🐶


Salí traumadísimo de la primera sesión, tan así que le llamé a mi madrina para llorarle en lo que caminaba hacia el Little Caesar's donde todos mis amigos estaban congregados para alimentarse en el descanso. La mitad de las cosas que venían en esa primera parte del examen, en mi vida las había visto. ¿Costeo basado en actividades? ¿Conversión del costo absorbente a costo directo? ¿Costo de capital de las fuentes de financiamiento? ¿Costeo de servicios who? Quedé como todA una estúpidA🤡


En ese momento dije: ¿Quién eres y qué ch*ngados hiciste con la carrera de Contaduría que YO ESTUDIÉ? Tuve un I don't know her moment. La carrera de Contaduría sobre la que me evaluaron en el examen NO ES la carrera de Contaduría que YO ESTUDIÉ.


En ese momento fue en el que empecé a dudar de todos y cada uno de los sucesos que me trajeron a este momento en el tiempo en el que, habiendo egresado de la Licenciatura con un promedio de 97.50, empecé a dudar de mi mismo y de mi aptitud para ejercer una profesión en el siglo XXI.


Llegué a la segunda etapa del examen, arrastradA, devastadA, destrozadA, atropelladA y exprimidA. Si bien, el área tributaria es mi fuerte, la verdad dudé de todo el conocimiento almacenado en mi cerebro. Pero, como la presentación de la totalidad del examen es requisito de titulación, me agarré los que les platiqué (🍳🍳👀) y di mi todo. Ahí me ven hojeando en friega la Fisco Agenda que tan amablemente me prestó mi amiga Briseyda para contestar la parte de tributación, haciendo el cálculo de pagos provisionales, declaraciones anuales, declaraciones de IVA e identificando los conceptos que gravan y los exentos para efectos de éste último.


Llega la parte de Seguro Social y dije "Aquí es donde tengo que sacar el cobre y poner el nombre de mi patrona Elisa Ibáñez en alto", gonna make the boss lady proud!


Me aventé la parte de Seguro Social sin Ley. Integré salario base de cotización con ayuda de la tabla de factores de integración de prestaciones de Ley que memoricé de revisar el SBC de todas las empresas habidas y por haber, integré percepciones variables, determiné la prima de riesgos de trabajo y calculé las cuotas obrero patronales en friega, para hacer rendir el tiempo.


Ya cuando llegué a la parte de auditoría estaba agotado y ni se diga cuando tocó la parte del "eje transversal", donde evalúan las habilidades y conocimientos que todo profesionista, independiente del área en la que se desenvuelva, debe poseer. Ahí ya hasta con los ojos cerrados y a como se pudo contesté, ya estaba harto y desmotivado. Mi ánimo estaba por los suelos.


Salí del examen una hora antes de lo previsto, con ganas de llorar y dejar el ejercicio profesional de la Contaduría. Las últimas ocho horas de mi vida aquél 20 de agosto fueron indicativas de algo: si se supone que los últimos cuatro años adquirí las habilidades mínimas para ejercer la contaduría, pues... no adquirí las necesarias o las actuales, por lo menos.


Esto abre una conversación sobre las necesidades de aprendizaje actuales de los profesionistas que se integrarán al ejercicio profesional actual. ¿Realmente las universidades están a la vanguardia con sus planes de estudio? ¿Los profesores de la actualidad realmente son los adecuados para adiestrar al futuro de sus respectivas disciplinas? ¿Estamos inmersos en un sistema educativo que replica el pasado en las aulas, siendo que el mundo avanza a pasos agigantados? De lo que si estoy seguro es que el criterio bajo el cual me evaluaron en el examen no está homologado con mi educación profesional.


Yo solo sé que no quiero que las generaciones que siguen sientan la misma frustración que yo sentí al salir del examen. Posiblemente el EGEL no aporta valor al proceso de titulación y solamente sea burocracia de las autoridades, pero si sirve para que sepamos con qué armamento nos estamos integrando a la guerra que es el ejercicio profesional. Si necesito una AK-47, en la universidad me dieron una daga nomás😩


En lo que resolvemos el gran misterio de mis resultados del examen, iré ahorrando para cumplir la apuesta con la Mtra. Dianora. Yo quería mi comidita gratis en el Pampas :(

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