Hoy es 15 de mayo, Día del Maestro. Esta entrega especial de mi blog será breve, porque tiene una sola finalidad: agradecerle a todos los maestros que me han acompañado hasta este momento, desde que era un baby futuro contador (aunque no supiera que iba a terminar aquí... si quieren leer esa historia, al final del post les aparecerá).
Gracias a todos y cada uno de ustedes que contribuyó para los gastos públicos de manera equitativa y proporcional... Ah caray, that came out wrong.
Pero ya en serio, gracias a todos y cada uno de ustede que contribuyó a formarme como persona y como futuro profesionista, desde las educadoras del Gymboree (que aun recuerdo los nombres de todas), hasta mi coordinadora de carrera, la Dama de Hierro, LA DEIDAD CONTABLE, la Maestra Soledad Plazola.
Gracias por tantas lecciones, de cultura general, de materias específicas, de etiqueta y urbanidad (si, en la secundaria tomé clases de etiqueta, I'm refined af), pero sobre todo, de la vida. Muchos de ustedes me enseñaron cosas más allá de matemáticas, de biología, de ciencias, de contaduría, de economía, me enseñaron valiosas lecciones de la vida real que siempre llevaré conmigo.
Gracias a todos los profesores, y ahora si hablo de forma general y no solamente de aquellos que han sido mis profesores, por su esfuerzo durante esta pandemia. Para nadie ha sido fácil, pero se aplaude el esfuerzo por día con día prender la computadora, iniciar sesión, conectarse al videochat y empezar a dar su clase como si estuviéramos en el salón, de verdad, los buenos profesores que he tenido durante esta pandemia sacaron la casta y no se dejaron vencer por las adversidades. Gracias por seguir luchando por la formación integral de sus alumnos.
¡Feliz Día del Maestro para todos los maestros que me leen!
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